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Hampiðjan celebra su 90 aniversario

8.04.2024

En 1934, Guðmundur S. Guðmundsson, ingeniero y capataz de la empresa de ingeniería Héðinn, tomó la iniciativa y reunió a una docena de personas para crear una empresa de fabricación de cordeles y redes a partir de fibras de cáñamo. La razón principal era la escasez de materiales para los aparejos de pesca.

Los fundadores principalmente contaban con estrechos vínculos con la industria pesquera, como patrones e ingenieros con intereses propios que proteger. Junto con Guðmundur, aportaron capital social los ingenieros Jón Guðlaugsson y Guðmann Hróbjartsson, los patrones Hannes Pálsson, Halldór Gíslason, Bergthór Teitsson, Vilhjálmur Árnason, Jóhann Stefánsson, Kristján Kristjánsson, Jón Björn Elísson y Sigurjón Einarsson, así como el propietario de una imprenta, Gunnar Einarsson, y el empresario Frímann Ólafsson.

El 10 de marzo se celebró una reunión preparatoria y el 5 de abril, a las seis de la tarde, la reunión fundacional.

Un año después de la fundación de Hampiðjan, los productos de la empresa habían sustituido por completo a los cordeles y sedales importados. La guerra y los años que siguieron hasta 1948 fueron especialmente difíciles, ya que Hampiðjan siguió suministrando aparejos a la flota pesquera.

Los años siguientes fueron duros, ya que la empresa tuvo que competir con cordeles y sedales importados subvencionados, mientras que las materias primas de Hampiðjan estaban sujetas a elevados peajes de importación. En aquella época existía un doble tipo de cambio, y las empresas pesqueras disfrutaban de un tipo más favorable que otras empresas, lo que no beneficiaba a la industria.

En 1956 se concedieron licencias para renovar las máquinas de la empresa, lo que se hizo entre 1957 y 1961. Esto hizo que la producción fuera más competitiva y conllevó a un resultado financiero más favorable. Unos años más tarde, se produjo un cambio importante cuando los materiales sintéticos empezaron a sustituir a las fibras naturales. En 1964, se produjo un cambio repentino y generalizado de los materiales utilizados en las redes de arrastre demersal y otras artes de pesca que, de la noche a la mañana, dejó obsoletas la mayoría de las máquinas de Hampiðjan.

Los propietarios se vieron ante la disyuntiva de cerrar la empresa o invertir en nuevos equipos adecuados para estos nuevos materiales. Se tomó la valiente decisión de continuar y esto marcó el comienzo de una nueva era de innovación y desarrollo sistemáticos en Hampiðjan. Hubo que desarrollar nuevos cordeles y cuerdas, y con sus nuevos sistemas de alta tecnología, la empresa pudo ofrecer productos comparables o mejores que los de sus competidores.

En aquella época, Hampiðjan se dedicaba exclusivamente a la producción de materiales para artes de pesca y sus clientes eran el gran número de palomares de red de todo el país. A Hampiðjan no le resultaba posible establecer su propio almacén de redes en Islandia, en competencia con sus propios clientes, por lo que se tomó la decisión de establecer y adquirir almacenes de redes en el extranjero. Al principio, fuera de Europa, y más tarde en Dinamarca e Irlanda con la adquisición de Cosmos Trawl y Swan Net.

A esto siguió una pausa en la expansión, y desde 2013 Hampiðjan ha multiplicado por seis su tamaño, pasando de una facturación de 50 millones de euros a 322 el año pasado. Este crecimiento ha sido una mezcla de fuerte expansión interna, junto con la adquisición de empresas en los sectores de equipos de pesca y acuicultura.

Sin duda, los fundadores de la empresa hace noventa años nunca podrían haber previsto que su modesta aventura, que pasó apuros en sus primeras décadas, podría convertirse en el mayor proveedor de aparejos de pesca del mundo, con actividades desde Dutch Harbor, en el oeste, hasta Timaru, en la Isla Sur de Nueva Zelanda, en el este.

En la actualidad, Hampiðjan cuenta con 52 sedes en 21 países y una plantilla de unas 2.000 personas. La sede central del grupo está en Skarfabakki, en la zona portuaria de Sundahöfn, en Reikiavik, y alberga las oficinas centrales, el almacén de redes y el almacén de Islandia. El corazón de su producción se encuentra en Hampidjan Baltic, en Lituania, donde se fabrican hilos, redes y supercables trenzados, así como aparejos de pesca acabados.

El año pasado se produjeron dos acontecimientos importantes en Hampiðjan: la adquisición de la empresa noruega Mørenot y la salida a bolsa de la empresa en el Nasdaq islandés, que abrieron nuevas oportunidades de crecimiento y eficacia.

“Tenemos una deuda de gratitud con los fundadores y propietarios de Hampiðjan por los 90 años de esfuerzo y resistencia que han llevado a Hampiðjan hasta donde está hoy", ha declarado Hjörtur Erlendsson, Consejero Delegado.

“Esperamos con optimismo las numerosas oportunidades que se nos presentan y estamos decididos a seguir haciendo hincapié en la innovación y el desarrollo de productos, que son la base de nuestra capacidad para continuar por este camino. Este otoño se celebrará la exposición IceFish, que ha sido el principal escaparate de Hampiðjan desde que comenzó a celebrarse en 1984. El segundo día de la feria tenemos previsto celebrar el aniversario de la empresa en el almacén de redes de Skarfabakki con una recepción de celebración".

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